Sabemos que encontrar métodos de enseñanza nuevos e innovadores es una habilidad crucial para los profesores de cualquier grado. Las investigaciones sobre el cerebro han demostrado que ciertos métodos y enfoques pueden mejorar realmente el proceso de aprendizaje y, si se hace bien, la aplicación de técnicas innovadoras de aprendizaje y gestión de la atención en las clases es algo que beneficia tanto a los alumnos como a los profesores. Sigue leyendo.
Visualización, herramientas tecnológicas y proceso de aprendizaje activo
A los alumnos les puede resultar muy difícil entender una lista de datos inconexos. Los conocimientos organizados y conectados a conceptos con un objetivo de dominio, incluida la capacidad de visualizar los conceptos, pueden conducir a la capacidad de transferir conocimientos y a una comprensión más profunda y a largo plazo de lo que se está enseñando.
La visualización es una estrategia de enseñanza especialmente buena para los profesores de lectura y alfabetización.
Habilidades de visualización para la comprensión y pensamiento crítico
Los ordenadores, las tabletas, las cámaras digitales, la tecnología de videoconferencia y los dispositivos GPS pueden mejorar la experiencia del proceso de aprendizaje de los alumnos. Entre los posibles usos de la tecnología en el aula se encuentran el uso de videojuegos para enseñar matemáticas e idiomas extranjeros, el aprovechamiento de Skype para comunicarse con las aulas o con ponentes invitados de todo el mundo, o los proyectos multimedia que permiten a los estudiantes explorar la materia utilizando películas, audio e incluso software creado por ellos mismos.
Sin embargo, la introducción de nuevos dispositivos tecnológicos en las aulas suele requerir que los profesores añadan un elemento de liderazgo tecnológico educativo a su gestión habitual. Proporcionar a los alumnos computadoras o tabletas, por ejemplo, significa enseñarles a utilizar los dispositivos de forma respetuosa y evitar que hagan mal uso de ellos.
Consejos sobre el uso de la tecnología en el aula
Según el Centro de Recursos Educativos Johns Hopkins (CER), dedicar tiempo a los proyectos y al proceso de aprendizaje activo es una forma de hacer que los alumnos piensen, hablen y compartan información en el aula. El CER publica una serie llamada The Innovative Instructor que explora estos métodos.
Un artículo concreto de esa serie, Bring on the Collaboration!, describe una estructura de clase en la que los docentes llevan a cabo un breve resumen del tema del día y día a los estudiantes y es un reto que deben cumplir al final de la clase, como responder a una pregunta o resolver un problema. Los estudiantes se dividen en pequeños grupos para investigar en Internet, trazar ideas y debatir sobre la forma de superar el reto. Los grupos suben su trabajo a un sitio de Blackboard, donde el profesor puede revisarlo. Al final de la clase, cada grupo comparte lo que ha aprendido con sus compañeros. ¿Los resultados? Un mayor compromiso en general y los estudiantes estuvieron “increíblemente” atentos a la tarea durante el trabajo en grupo.
Éstas son sólo tres ideas que los docentes puedes seguir en la búsqueda de métodos de enseñanza innovadores para conseguir que el proceso de aprendizaje sea eficiente y que los alumnos se comprometan más.