Todo el mundo tiene que lidiar con el estrés. Al equilibrar el trabajo y la vida personal con las expectativas académicas, los estudiantes universitarios se enfrentan a un estrés aún mayor. Es fácil sentirse abrumado cuando se tienen muchas cosas en la cabeza. Reconocer los signos de agotamiento escolar, saber cómo manejar tus responsabilidades y asegurarte de que estás cuidando tu salud mental puede hacer que la vida universitaria sea más manejable.
El estrés en los estudiantes universitarios
La Asociación de Ansiedad y Depresión de América (ADAA) dice que: “Los trastornos de ansiedad son uno de los problemas de salud mental más comunes en los campus universitarios”.
Según estudios de la ADDA, el 85% de los estudiantes universitarios dijo que se ha sentido abrumado por todo lo que tenía que hacer en algún momento del año pasado, mientras que el 30% de los estudiantes universitarios declaró que su nivel de estrés tenía un efecto negativo en su rendimiento académico. Por lo que es importante prestar atención a tu salud mental.
El 28% de los estudiantes universitarios declararon sentirse tan deprimidos en algún momento del año que tuvieron problemas para seguir con sus actividades diarias, y de ese porcentaje, solo el 8% buscó ayuda para ser tratado por depresión.
Los síntomas de la depresión pueden ser mucho más intensos, pues provoca potentes cambios de humor, como una dolorosa tristeza y desesperación. Puedes sentirte agotado e incapaz de actuar. Si tienes síntomas de depresión, asegúrate de hablar con un profesional de la salud.
Cómo afrontar el agotamiento
Si te encuentras abrumado por la escuela, hay algunas cosas que puedes hacer para calmar esta situación.
Mantente comprometido.
Tomar una materia optativa que realmente te interese o involucrarte en un club o grupo que involucre tu pasión es realmente refrescante y te ayuda a salir del modo de agotamiento. Es importante ser consciente de cuándo empiezas a sentirte cansado y hacer un cambio dentro de tus horarios para refrescar las cosas.
Es válido pedir ayuda
En la actualidad, existen universidades en chalco y en todas partes del mundo que cuentan con programas especiales y gente capacitada para dar acompañamiento, asesoría e incluso consultas de psicología, así como clases extra curriculares de diferentes tipos como yoga, meditación, artes plásticas y más para ayudar a los estudiantes a relajarse y enfocar su energía en algo diferente a las materias escolares. De esta forma se comprometen en reducir el estrés o agotamiento escolar.
Desarrolla buenos hábitos de estudio
Establecer buenos hábitos de estudio y crear un horario semanal ayuda a los estudiantes a mantenerse “en el camino”. Puedes empezar a desarrollar buenos hábitos de estudio encontrando un buen lugar para estudiar con distracciones limitadas, teniendo un área de estudio ordenada y siendo organizado.
¿Qué hacer si ya te sientes agotado y con estrés?
Hay muchas formas personalizadas de reducir el estrés escolar, pero hay algunas cosas que pueden ayudar a los estudiantes.
Gestiona tu tiempo
Para los estudiantes universitarios, la gestión del tiempo es clave. Te sugerimos utilizar un calendario para poder visualizar tus tiempos libres y no esperar hasta el final de la semana para hacer las cosas. Los lunes, asegúrate de ver cuál es el trabajo de la semana, para que sepas lo que te espera y puedas planificar.
Al repasar tu agenda, tendrás que establecer prioridades. Determina qué tareas son necesarias y cuáles no. Al señalar en qué deben centrarse realmente, los estudiantes pueden reducir el estrés, mantenerse al día con su trabajo y trabajar de forma más eficiente.”
Establece expectativas realistas
Está bien no obtener calificaciones perfectas. Con frecuencia, los estudiantes tienen estrés relacionado con el logro de sus propios estándares altos. Si bien es excelente tener estándares altos, es importante ser realista, y perdonarse a sí mismo cuando es necesario.
Practica el autocuidado
Cuando organices tu agenda, recuerda que debes reservar tiempo para practicar la atención plena y atender tus necesidades. Es importante recordar que el tiempo alejado de tus obligaciones es tan importante como el tiempo dedicado a cumplirlas. Los descansos te ayudarán a mantener tu motivación.
Reserva un tiempo para ti cada día, para dejar que tu mente se relaje. Cuanto más equilibrado sea tu tiempo, menos te estresarás y mejor podrás afrontar lo que se te presente.
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